Descargo

Alguna que otra vez me he sentido desilusionada. Por suerte fueron pocas. Pero hoy tenía la esperanza de que las cosas en su vida hubiesen cambiado, bien para mí y mal para él. Pero mal muy entre comillas, siempre que ocurre algo malo después la alegría llega y todo se vuelve a acomodar.
Hace poco leí una novela (La Flaqueza del Bolchevique)en la que el personaje es totalmente sincero con sus sentimientos, con sus pensamientos. Hace mucho tiempo que no me conectaba tanto con un libro, con una historia, con esas ilusiones, fantasías y momentos irrisorios. Una sola imagen basta para que vayas en el colectivo, limpies tu habitación o cocines un rico pastel para que sonrías como una tonta todo el día. 
Esa sonrisa y esos momentos que anhelo tanto y que nunca ocurrieron se vieron amenazados por la realidad. Su realidad. Su mundo, su único mundo. Lamento tanto que las personas solo tengan un solo mundo, un mundo regido por las leyes mundanas hechas por gente mundana. Por un instante todos mis encuentros, todas nuestras risas, nuestras búsquedas de charla, nuestras miradas cruzadas...todo aquello pensé que se había perdido. Él con su historia infinita de amor, de normas absurdas, de caricias limitadas, vive en su pelota de privaciones pero que a los ojos de los mundanos ésa pelota es la pelota de la felicidad. Una mujer que le infla los cojones, y que disfraza su pensar en ideas fortuitas del azar. Tan controlado está, que necesita declarar su amor con imagenes que por sí sola muestren un amor supremo con una mezcla de locura a lo Amelie (Amelie tercermundista). 
Que seas ingenuo, que seas tonto, que seas extremadamente conformista es mi mayor deseo, porque solo así seguirás en esto que muchos llaman felicidad. 
Por mi parte, haré de ti lo que quiera, cuando quiera y donde quiera.